jueves, 11 de septiembre de 2008

Saber no puede ser lujo





Hoy se celebra en nuestro país el Día del Maestro. La verdad es que es una afrenta que se en honor de Sarmiento, pero no tengo ganas de ocuparme de él ahora.


Lo cierto es que estoy sentado desde hace rato desdibujando palabras que nada nuevo dicen. Así es que me decidí por compartir algunas cosas pre-existentes. La mejor de ellas no es mía, desde luego.




En primer lugar, un texto que escribí hace unos años y que se renueva en cada Día del Maestro; pues no hay año que no me enoje por lo mismo. Aquí está:




"¡Estoy harto! Desde que me desperté en la mañana, y en verdad desde hace algunos años, no dejo de escuchar discursos lacrimógenos acerca del arduo y misionero trabajo que hacen ingénuas y sacrificadas maestras rurales.
Soy maestro. Y puta si lo soy. Pero no enseño en un páramo desértico. No, enseño en el desolador Sur del Gran Buenos Aires. Y también sirvo la leche, reparto el pan y esquivo piojos y sarna. Todos los putos días me enfrento al escandaloso fracaso de saber que muchos de mis alumnos no van a alcanzar a aprender lo suficiente; y que, aunque lo hagan, ya se los ha expulsado, se los ha excluído, no son necesarios para este conchudo mundo en el que muchos ya estamos sobrando... Y voy igual, todas las mañanas, juntando mis pedazos y rearmándome para que no se me note en la cara... Y me miento a mi mismo, en más de una vez, alegrándome por logros insignificantes para poder seguir creyendo que mi trabajo y sus esfuerzos no son inútiles... Y creo, aún creo de tanto en tanto... Y espero, espero que alguno de ellos despegue y zafe de tanta mierda...
Y además de todo ello, tengo que soportar que se diga que "esos son maestros", los que enseñan en una escuelita alejada de toda urbanización, sin recursos y con "verdadera vocación"... ¿y yo, qué carajo soy? ¿Alguien puede creer que se tiene lo suficiente en las escuelas más urbanas? ¿Alguno tiene somera sospecha de qué es lo necesario para aprender y para enseñar? ¿Es que estamos tan idiotas que podemos intuir que nuestros pibes no aprenden por falta de vocación de sus maestros?...
No es este un ataque contra las denodadas maestras rurales. Es un descargo contra su divinización porque ella se transforma en argumento para golpear a otros maestros. Aplaudo su trabajo, pero no para abuchear el mío o el de algunos de mis colegas. Y digo algunos porque tampoco puedo ser hipócrita y decir que todos los maestros están comprometidos con su labor. Pero sí puedo decir que somos muchos y que nos duele hondamente hacerle frente a la violencia física y simbólica que atraviesa con herida de muerte a nuestra sociedad..."




Hoy estoy más tranquilo, o menos enojado... no sé. Pero sigo pensando en todo ello. Y es que amo esta "profesión" (las comillas son porque me suena incómoda la palabra). Los que me conocen saben que la amo tanto, que ello me da permiso para odiar a todos los que la humillan, con mayor intensidad a los colegas que se cagan en los pibes y no tienen la menor idea de cuál es el rol que cumplimos, o deberíamos cumplir.


De aquí, que vuelva a citarme a mi mismo con un fragmento del discurso que leyera para el acto de egresados que nos galardonó con el título de profesores de historia, en diciembre del año pasado.




"...Estamos aquí, felices y emocionados, porque hemos obtenido un título, nos hemos recibido. En mi caso, como muchos saben, este es mi segundo título docente, quejoso, pero feliz maestro, maestro con vicios de profesor como acordamos con la querida Daniela, nuestra profe y amiga. Y como tal, como maestro, quiero hacer extensivas estas palabras también a los compañeros que hoy están poblando el guardapolvo blanco porque se han recibido de maestros. A todos, a mis compañeros queridos y leales, y a los que no conozco, y a los que no son queridos ni leales -¿por qué no?-, a todos:
Se nos presenta ahora el verdadero desafío. Esta etapa que atravesamos fue, aunque nos sintamos muy cansados, la más fácil de este tránsito. Ahora somos docentes, somos maestros, somos profesores. Y somos docentes en tiempos abyectos, no hace falta que les cuente por qué. El desafío es grande y la lucha será diaria.
Es imperioso que sepamos de la responsabilidad enorme que se ha puesto en nuestras manos. No podemos ir a las escuelas inconcientes de que estamos repitiendo las peores miserias de la humanidad sólo porque son saberes socialmente reconocidos. Tenemos la responsabilidad de hacer saber a nuestros alumnos de las atrocidades que han generado en los pueblos la ambición económica, la competencia por ello, las guerras por ello, el hambre por ello. Los pibes lo saben, lo saben mejor que nosotros que con el título como símbolo de status solemos padecer de nefasta amnesia. Pero no basta con saber qué ha sucedido y qué sigue sucediendo, es necesario acompañarlos en el descubrimiento de la causas para dotarlos de las herramientas que les permitan constituirse en una generación que sepa luchar contra las injusticias de este mundo y contra los injustos que las promueven y las venden como verdad hegemónica e insoslayable. No es verdad que este mundo es así porque debe serlo, nosotros tenemos la obligación de saberlo y de educar a nuestros pibes en la más profunda conciencia de ello. De lo contrario nuestra labor carecerá de todo sentido, o peor aún tomará un sentido errado.
La búsqueda de una vida más humana debe comenzar en la escuela. Y para ello es necesario rescatar de las sombras la esencia del hombre, del hombre creador de su realidad, ni reproductor ni transformador, CREADOR. Tenemos que ir a las escuelas como trabajadores, pero como dijo alguna vez el Che, como trabajadores “…con la conciencia de la importancia que tiene el acto creativo (…) hacer del trabajo algo creador, algo nuevo…”. La escuela es un arma tremenda y no podemos darnos el lujo de dejarnos usar como gatillos que disparan destinos premoldeados. Porque eso hace la escuela si no tomamos conciencia del verdadero peso de nuestro rol, repite y reproduce inequidades, desigualdades, miserias y desventajas. Pero si nos hacemos cargo, podremos hacer alguito por cambiar esa impronta. No será sin abatimientos porque el monstruo con el que se lucha es enorme, pero -y se los diga por experiencia- cuando aunque más no sea un solo pibe se les acerque para contarles orgulloso que preguntó por qué y no aceptó las cosas tal y cual se las presentaron, o que se quejó por un maltrato revalidándose, o que no se dejó humillar obligando a que se lo respete respetándose primero así mismo, cuando algo de eso pase y ese pibe les haga sentir que tuvieron que ver ustedes maestros y profesores con ese paso adelante, la satisfacción será suficiente recompensa.
Ahora bien, esa tarea no puede hacerse con dobleces. No puedo enseñar a mis alumnos a pelear contra las humillaciones a que este mundo los condena y al mismo tiempo ser yo el que recurra a la humillación para sostenerme en una posición de poder por sobre ellos. Y he aquí otro punto al que debemos prestar atención. Buena parte de nosotros ha padecido maestros y maestras, profesores y profesoras que han elegido usurpar el poder que confiere el rol docente desde el cobarde lugar que el abuso de ese poder significa. No nos convirtamos nosotros en esos docentes que orgullosos y jactantes nos arrancaron lágrimas de impotencia. No nos dobleguemos ante las muchas adversidades que vamos a encontrar en nuestros trabajos y cedamos al atajo de la violencia y la humillación contra los pibes. Si es verdad que ellas son caminos más cortos hacia el control del grupo tan en boga por estos tiempos en los discursos escolares, también es verdad que son caminos que nos alejan de la posibilidad de comunicación con el grupo… a los gritos nadie conversa, nadie reflexiona, nadie se escucha… nadie aprende, nadie enseña.
Se puede abordar la docencia desde la cercanía con el alumno, desde el conocimiento de quién es, qué le pasa, qué siente, qué ama y qué odia ese pibe. Entre los presentes tenemos ejemplos de ello, son los profesores que elegimos para que nos acompañen, ellos saben quiénes son. No hace falta enrostrar acumulación de conocimientos queriendo hacerlos pasar por sabiduría, y poner distancia inmunológica con el alumno. Abordemos el fructífero sendero de educar a través del respeto y el afecto por nuestros pibes, que es la única manera en la que sabremos que estamos haciendo lo correcto. Claro está que ese camino no puede ser transitado sin un profundo amor por el saber, somos maestros y profesores; es menester que no detengamos nunca nuestra carrera. El título no es garantía de nada, es necesario continuar estudiando, leyendo, perfeccionándose. Esto también es respetar a los alumnos, ejercer responsable y profesionalmente nuestro trabajo, y jamás arrobarnos la fantasiosa seguridad de que todo lo sabemos."




Creo que ese día dije mucho de lo que creo y de lo que hoy quiero volver a decir, y no me sale mejor que entonces. No digo con ello que aquel día lo dije bien, sino que lo dije lo mejor que pude.




Por último, lo mejor de esta entrada: una canción de Silvio Rodríguez que me inspira en mi labor y que llevo su bandera. Creo fervientemente en aquello de que "saber no puede ser lujo" y trato de limar, desde mi pequeño rol de maestro de grado, la inequidad que sufre el reparto de conocimientos en este país, en nuestro mundo. Aquí va la letra y el link para que escuchen y vean el video de "EL ESCARAMUJO":








Por qué la tierra es mi casa?
Por qué la noche es oscura?
Por qué la luna es blancura
que engorda como adelgaza?

Por qué una estrella se enlaza
con otra como un dibujo?
Y por qué el escaramujo
es de la rosa y del mar?

Yo vivo de preguntar,
saber no puede ser lujo.
Yo vivo de preguntar,
saber no puede ser lujo.

ESTRBILLO
Yo vine para preguntar
flor y reflujo
soy de la rosa y de la mar
como el escaramujo (bis)

El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero

Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que me marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.

Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.

Soy aria, endecha, tonada.
Soy Mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucristo y Yahvéh,
soy la serpiente emplumada.

Soy la pupila asombrada
que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta
para vivir y soñar.

Soy el destino del mar,
soy un niño que pregunta.
Soy el destino del mar,
soy un niño que pregunta

ESTRIBILLO (bis)



Para terminar, quiero retomar esta última idea de Silvio. Nuestros pibes son el destino de este mar tempestuoso que es la vida. ¿Cómo es posible que tal destino sea uno feliz en las condiciones a las que este mundo lo condena?


Alguna vez escuhé que las plantas frutales cuando "sienten" que estan por morir, que la tierra no le ofrece nutrientes y que el agua no llega a humedecer sus raíces, canalizan entonces toda su energía hacia sus frutos. Allí, en los frutos de la planta agonizante, se encuentran las semillas que si bien no van a salvarla a ella, si pueden llegar a hacerlo con la especie. Particular comparación les convido para que entiendan por qué soy maestro...

Perdón por lo extenso....


Estos son mis "gurises", mis alumnos de este año.

8 comentarios:

Mil colores dijo...

Hola Pabli querido

Hoy quiero dejar mi comentario para una de las PERSONAS más noble y coherente que la vida me ha regalado y ese sos VOS.
Vuelvo a reafirmar una vez más, que el AMOR es el mayor pedagogo y así lo sintió tu corazón cuando tomaste la gran decisión de ser MAESTRO, elegiste este camino porque el amar es tu elección primordial y ella te lleva a anteponer antes que tu “profesión” el SER PERSONA –MAESTRO.
Hoy escribí algo en mi Blog sobre el ser Maestros, al igual que vos no hable de Sarmiento, ya sabes lo que yo pienso.
Realmente la Educación necesita no solo del Estado, sino también de aquellos que tienen la gran tarea de formar PERSONAS, el compromiso verdadero de volver a revalorar la palabra VOCACIÓN.
Pablo va para vos todo mi reconocimiento y agradecimiento en esta tarea tan loable que es la de enseñar, y pesar de las injusticias de un lado y del otro, vos sos feliz enseñando porque haces realidad aquella frase de Tolstoi que dice que “El secreto de la felicidad no consiste en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace”
¡¡¡Feliz Día del Maestro!!!!
Un abrazo
Iris

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

Pablo, espero que hayas pasado un lindo dia del maestro, a pesar de del contexto en que se festejo.

que emocionante el dicurso de profe!!! me recuerda tu cara de felicidad, que lindo dia ese!

besos

Casiopea dijo...

Que lindo fue volver a leer ese discurso!!! No fue que lo dijiste mejor ese día, ese día lo dijiste con amor, con odio, con resentimiento y con esperanza, la tuya y la de todos nosotros ( tus compañeros "queridos"). Alzando tu voz en nombre de todos, nuevamente te lo agradezco.
Que falta le harían a muchos volver a escucharte y no olvidarse lo que quisieron ser...(parafraseando a silvio, pa seguir en tono).
Bue contentemonos que nosotros aún "estamos en el camino", y sólo por la fuerza nos sacarán de él.
Besitos!!!

[tierrayLibertad] dijo...

bueno. me dejaste los ojos mojados... y no te conozco, pero lo que sentis por tu VOCACIÓN -no profesion- de maestro lo transmitis con cada una de esas líneas que pusiste ahí arriba. Quiero decirte que para mi sos un orgullo, aunque te repito no te conozca, pero los sentimientos que expusiste pasan esta barrera fría y virtual. Eso te lo aseguro.
Y se que te vas a desanimar mil veces más, y vas a volver a tus líneas y te vas a indignar, pero sos fiel a vos. Y eso no te lo quita nadie, ni la humillacion de los salarios docentes, ni las opiniones de los que no saben lo que es educar hoy en día.
Yo no soy docente, mi viejo si lo era, y le pasaba lo mismo que a vos, y se hacía mierda cuando la realidad lo sopapeaba. Y me hago una idea de lo jodido que debe ser estar ahi parado y jugandoselá cada día.
Es lindo leer cosas así de un maestro, es triste, a uno se le hace un nudo en la garganta, pero no deja de ser lindo y ojalá el día de mañana, si alguna vez tengo hijos, ellos tengan docentes que amen lo que hacen, y se pregunten a sí mismos si esos chicos que estan sentados van a tener las fuerzas para remarla, como haces vos.
Flaco no estás cumpliendo un horario, salís del aula y todas esas preguntas quedan en tu cabeza, y eso convierten a un persona en un SER HUMANO.
Gracias por tu preocupacion
Gracias por hacerte esas preguntas sin respuesta sobre tus alumnos.
No aflojes, que en ésta montaña rusa que es la vida estamos todos, aunque no todos tengamos las mismas ganas de pelear, el viento tambien amontona a los que no se resignan. Y eso nos hace más fuertes.
Y si no me crees. En ésto tan sencillo como crear un blog y mostrar nuestras ideas y pensamientos, uno se tropieza con gente que comparte valores, dolores y alegrias
Gracias che.

tierra y Libertad!

Unknown dijo...

Saludos atrasados!!
Celebro tu vocación y la admiro; no conozco a eata altura de mi vida alguien con tanta pasión por esta actividad a la que otras personas denostan, o lo que algunos otros dejaríamos sin cavilaciones (no por falta de vocación, por falta de otras cosas que no podría explicar acá; como tampoco podría explicarte acá porque no comparto algunas cosas; no faltará ocasión para hacerlo)
Te mando un gran beso, colega!!
CecyT.

Joven Zeta dijo...

Hola Pablo!
Me presento soy Daniel, he llegado ha tu blog por medio de el blog de tierra y libertad, al cual llegue buscando una info del movimiento zapatista. Soy estudiante de Letras en la UNLZ y, si quién bendice, me bendice, seré un colega tuyo en unos años.
Comparto con vos todo cuanto escribiste y expresaste, no hay una letra en el fragmento del discurso que subiste, en el cual esté en desacuerdo. Creo que la educación es LA HERRAMIENTA para una transformación en la sociedad, pero una herramienta que debe saber usarse desde una postura más fraternal, más humana, trasmitir algunos saberes no nos hace más personas que cualuiera que no los tenga, como tampoco somos menos que las que pueden tener más recursos. Creo también que el Saber es un proceso histórico en nuetras vida, y no existe final para el Saber, solo un principio, es algo diario, constante, no se puede confiar en lo que se tiene por queno se tiene nada, sólo somos un poco menos ignorantes.
Tengo la convicción de que podemos CREAR munditos nuevos, y eso debe ser parte de una propuesta con nosotros mismos, para asì, poder transmitirla, si uno cambia internamente puede transmitir esa transfromación abiertamente, y mejor si nuestra propuesta es explicitamente esa trasmitición.
Personalmente siento quebrar el sistema establecido, sistema historico, sistema social, sistema politico, cultura sistematica; que son todos uno, y que no hace con cada palabra texto, conversaciòn, ideas, y porsupuesto actos y practicas, son parte de una lucha de una Resistencia de resistencias,cada una haa pasado a ser Creadora, se va creando sus espacios, sus propias maneras, ideas y expresiones. De mi parte buscao la libertad de posibilidades para todos, y adiero a ideales anarquistas, zapatistas, tb tengo una base marxista, pero no em encasillo en ninguna, y creo que no sirve encasillarse en ninguna, todas suman a LA RESISTENCIA, yo me propongo divulgar desde mi lugarcito y desde mis maneras, ideas u opiniones que digan basta de Esta sociedad, Basta de Esta forma de vivir, Basta de Esta única manera de enseñar, Basta de Este modo perverso de Este sistema, es hora de Trasformación, no de modificación o de cambio, de Transformación. Exiten Otras Realidades diferentes. Ya ha comenzado el proceso, pero hay que sumar, hay semillas que sembrar.
Perdón por la exteción, (y me limite de seguir).
Yo elegí estudiar Letras, especialmente para transmitir algo que me gusta, pero sin dejar de la do la profunda convicciòn de transmitir la IDEA de transformaciòn , de RESISTENCIA, de concientizar que la ARbITRATRIA REALIDAD está Establecida socialmente, NO ES NATURAL, que hay Otros mundos, Otras maneras de hacer, de vivir y Convivir.

UN abrazo.

Joven Zeta dijo...

disculpas por las horrores ortográficos.Por revisar después de enviar. jeje

Anónimo dijo...

Cada vez mejor
Una vez pensé cómo juega el fracaso su papel en la vida de los hombres, y fracase en mi pensamiento, de eso se trata creo, de sumar fracasos que me aleguen de lo que no puedo ser y acerque a lo único que soy.
El que fracasado de siempre.