sábado, 18 de abril de 2009

Resistencia Laboral


"La moral capitalista, lastimosa parodia de la moral cristiana, anatemiza la carne del trabajador; su ideal es reducir al productor al mínimo de necesidades, suprimir sus placeres y pasiones y condenarlo al rol de máquina que produce trabajo sin tregua ni piedad"

Paul Lafargue, El derecho a la pereza
http://www.nodo50.org/contrapublicidad/index.php?option=com_content&task=view&id=75&Itemid=93




Nada he de decir que ya no se haya sido dicho antes y mejor. Sin embargo el impulso sobreviene a la prudencia; y repito sin culpas ideas expropiadas para, al menos por el instante en el que las escribo, pueda sentirlas como propias. Ya llegarán los tiempos abyectos en los que me reconoceré un muy mal plagiador de nadie y desearé no haber escrito lo que hoy estás leyendo. Por lo pronto, y pronosticando el desenlace fatal para mis inquietudes literarias, me atajo de antemano con la cita que me precede afirmando que no miento pero que tampoco descubro nada.

Hay que tener cuidado con lo que uno desea, dicen por allí algunas viejas de esas que quedan con conocimientos abductivos, repletos de certezas por haber vivido mucho y de haber heredado la sabiduría de los años vividos por quienes las anteceden. Hoy creo que la advertencia viene a dar cuenta de que, algunas veces, esos deseos pueden no ser del todo propios. O, al menos, no en toda la dimensión en la que se concretan.

Maniatado por mis deseos, hoy tengo unas cuantas horas en la semana para ejercer la docencia. Y pocas cosas me hacen tan feliz como ser maestro. Maniatado por mis deseos, hoy tengo unas cuantas horas de cursada en la facultad. Y pocas cosas me hacen tan feliz como ser estudiante. Y sin embargo, los tiempos de estos tiempos poco me permiten gozar del placer que ambas actividades avivan en mi persona; y, por momentos, el cansancio hace que me encienda poca chispa de esa pasión con la que sabría abordar uno y otro rol.

No es que algo en la propia actividad esté fallando. No es que mis intereses estén virando hacia destinos diferentes. No es que otra circunstancia ajena y exógena interrumpa inconciente y subversiva para tornar en displacer lo que debería ser placentero. Es tan sólo que los tiempos de estos tiempos, los del capital, son para si y no para mí. Ni para vos.

No quiero dejar de dar clases. No quiero dejar de estudiar. No quiero dejar de leer. No quiero dejar de escribir. No quiero dejar de cantar.

Como advertía en la primer entrada de este espacio, sólo quiero sortear la total interferencia, resistiendo.

La obstrucción tiene aspecto de absoluta entre mi trabajo y mis placeres cuando las horas se escurren sin espacios para la reflexión, sin tiempos para el desarrollo pleno de mis débiles pero febriles aptitudes intelectuales. Pero resisto recordando que ello sólo sucede en un mundo donde la explotación bifurca el tiempo en tiempo de trabajo y tiempo libre. Resisto recordando que el trabajo no es quien se transforma piedra en mi zapato, sino la cultura que lo expropia, que lo enajena. El trabajo es la suma expresión mí, es mi acto más humano. Es el ritmo que el capital le impone el que me impide recordarlo de tanto en tanto.

Hoy, ese ritmo me expulsó de la cama a la misma hora en que me levanto durante los días laborales. Hoy siento que al arrojar todas estas palabras sobre la pantalla, resisto, recuerdo, me reincorporo, me oxigeno, me despabilo, grito y vuelvo. Sé que el ritmo no será el mío, ni siquiera el tiempo me pertenece. Pero además sé que puedo ir a cumplir con esos tiempos sin conciencia de ello, o también puedo ir ofreciendo resistencia, contagiando y germinando resistencias, y recordando que mi trabajo –al que amo- puede ser mi mayor acto creativo…









“…ir al trabajo con la conciencia de la importancia que tiene el acto creativo (…) hacer del trabajo algo creador, algo nuevo…”
Ernesto Che Guevara
http://www.geocities.com/juventudcubaymexico/document/che.html

5 comentarios:

islamespañol dijo...

saludos

Casiopea dijo...

Wooo...CATÁRTICO jeje....Me alegra que hayas canalizado todo eso de una manera tan hermosa pa quienes te leemos, me gusto muchisimo. De verdad tiene algo que no se que es, pero que seduce cuando uno lo lee, aun cuando lo leído no es del todo agradable. Sobre el tema en si, no puedo decir nada, ya lo dijimos una vez... no se puede racionalizar una queja...Quejece tranquilo que hace bien...Beso!!!!

WillyBox dijo...

Debo repetir parte de mi comentario anterior. Nuevamente creo que estas apuntando al síntoma y no a la enfermedad.

El trabajo dignifica y brinda felicidad. Apuesto a que tu primer pensamiento es que estoy en pedo, pero pensa que hay muchas actividades que te encantan, y que si las tomaras como diversión no dejarías de hacerlas.

El problema tampoco son las horas que nos imponen trabajar. El problema son los jefes, que mediocres e inseguros buscan mejorar su autoestima ejerciendo el mayor poder posible sobre sus empleados.

[tierrayLibertad] dijo...

a mi me quedó picando algo que dijiste, que a mi hace rato me da vueltas en la cabeza y es que algún día me arrepentiré de todo lo que escribo... ¿pasará así? hace cuestión de unos días me quedé pensando un rato largo en eso mientras veia mi blog. Leía cosas que escribí hace un tiempo, y me siento rara. No porque piense diferente, pero tuve epoca de "ismos" y ahora no es tan así. Epocas en las que me identifiqué con ideologías que hoy sostengo pero sin levantar banderas, y no es miedo, pero temo estar cambiando para mal. o tema estar descreída. Ahora prefiero escribir otras cosas, o leer otros generos. Supongo que serán etapas. Pensé en cerrar el blog, pero es bueno veo de vez en cuando en lo que uno se va transformando con el paso del tiempo
bueno eso. no se, me fui de tema, pero me sorprendió leer eso.
saludos aliado.
nos estamos viendo

Anónimo dijo...

tu escrito me llevó a grandes citas de psicoanaistas de nuestra época: "...la cultura de lo efimero, la moda de lo descartable, ha excluido el tiempo, se perdió el romance cn las cosas, el tiempo amenaza con extirparse del universo del ser..."
"...el único modo de suturar, la unica sublimación posible es responder ante la muerte con un acto creador..."
"... la creación es un modo de hacer cn la pulsin de muerte a partir de la cual se va recreando y haciendo cn el sujeto del inconsciente..." la última es una frase mía... El tiempo, la exigencia y el imperativo del capitalismo amenaza nuestro deseo, nuestra pasión, amenaza nuestra subjetividad y disfrute. MUY BUEN ESCRITO! Leandro Peiretti